domingo, 23 de septiembre de 2018

Esperando a los bárbaros

-¿Qué esperamos congregados en el foro?
Es a los bárbaros que hoy llegan.
-¿Por qué esta inacción en el Senado?
¿Por qué están ahí sentados sin legislar los Senadores?
Porque hoy llegarán los bárbaros.
¿Qué leyes van a hacer los senadores?
Ya legislarán, cuando lleguen, los bárbaros.
-¿Por qué nuestro emperador madrugó tanto
y en su trono, a la puerta mayor de la ciudad,
está sentado, solemne y ciñendo su corona?
Porque hoy llegarán los bárbaros.
Y el emperador espera para dar
a su jefe la acogida. Incluso preparó,
para entregárselo, un pergamino. En él
muchos títulos y dignidades hay escritos.
-¿Por qué nuestros dos cónsules y pretores salieron
hoy con rojas togas bordadas;
por qué llevan brazaletes con tantas amatistas
y anillos engastados y esmeraldas rutilantes;
por qué empuñan hoy preciosos báculos
en plata y oro magníficamente cincelados?
Porque hoy llegarán los bárbaros;
y espectáculos así deslumbran a los bárbaros.
-¿Por qué no acuden, como siempre, los ilustres oradores
a echar sus discursos y decir sus cosas?
Porque hoy llegarán los bárbaros y
les fastidian la elocuencia y los discursos.
-¿Por qué empieza de pronto este desconcierto
y confusión? (¡Qué graves se han vuelto los rostros!)
¿Por qué calles y plazas aprisa se vacían
y todos vuelven a casa compungidos?
Porque se hizo de noche y los bárbaros no llegaron.
Algunos han venido de las fronteras
y contado que los bárbaros no existen.
¿Y qué va a ser de nosotros ahora sin bárbaros?
Esta gente, al fin y al cabo, era una solución.
Constantino Kavafis
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Es el poeta que escribe en prosa.  Nace en Alejandría (Egipto), habla demótico (griego popular), pero también francés con su familia, su educación es inglesa y su tradición griega.
Sitúa sus poemas en la Grecia clásisa y pone en boca de personajes clásicos sus pensamientos y deseos más profundos. Trabaja de administrativo en una oscura Oficina de Riegos, donde desconocen su valía como poeta.
A los 69 años, un cáncer de garganta le impide volver a hablar, y muere al año siguiente, en 1933. Sólo publicó 160 poemas.
Sus temas son el poder, la traición, el destino, pero también la belleza, el erotismo, la juventud perdida.
Destaco tres poemas. El más conocido es Esperando a los bárbaros, o como pasar del miedo a ser conquistados a la pena por no serlo, para que pase algo de una puta vez que cambie las cosas.